La lanolina es una sustancia cerosa que se encuentra naturalmente en la lana de las ovejas para proteger su piel.

Es por eso que, aunque llueva, cuando vemos un rebaño de ovejas, nunca observamos que estén con la lana empapada, ya que el agua "resbala" por la lana y chorrea hasta el suelo por efecto de la lanolina.

La lanolina de la lana se suele extraer mediante el centrifugado de la lana. Luego esa lanolina se purifica (se quita toda la suciedad y las impurezas que pueda haber acumulado antes de esquilar a la oveja y se comercializa como grasa hidratante.

Por eso, para usar la lana como material impermeable para los cobertores debe ser lanolizada o, lo que es lo mismo, reimpregnarla con la lanolina que suele perder en el proceso de esquilado, procesado y tejido de la lana.

Las fibras naturales transpirables de la lana mantienen una temperatura agradable junto a la piel del bebé cuando hace calor o frío. La lana tratada con lanolina hace que sea resistente a la humedad y también ayuda con el olor. Si no sabés si tu cobertor de lana está bien lanolizado basta con que mojes tu mano un poco y salpiques la lana. Si la lana absorbe el agua, es que necesitas lanolizar. Sin embargo, si las gotas se quedan en la superficie del tejido y se mantienen ahí sin ser absorbidas, es que el tejido está bien impermeabilizado.